Las Moiras

Esta narración lúdica define el destino una persona llevando adelante una hazaña heroica particular.
Para jugar, se necesitan tres personas que confíen entre sí, dos nueces y un encendedor.
Quien haya pasado más tiempo sin dormir hará las veces de Cloto, la hilandera. Narrará qué hicieron las Deidades para ofender tanto a un ser humano como para buscar venganza contra los Dioses. Finalizada, arrancará un pelo a cada una de las Moiras y los anudará.
La última persona que haya estado completamente desnuda hará las veces de Láquesis, quien echa a suertes. Narrará cómo fueron sorteados los peligros que se interponen entre los humanos y el Templo de los Dioses. Cuando termine, tomará los tres pelos anudados, los levantará por sobre su cabeza y los dejará caer al suelo.
Átropos, la inevitable, intentará quemar los cabellos sin despegar el encendedor del suelo. Si no lo consigue, narrará cómo la venganza fue saciada en el Aposento de los Dioses. Si llega a sentirse olor a pelo chamuscado, detallará cómo tuvo que sacrificarse una de las Deidades para detenerle.
Abran las nueces. Cada una ingiere un hemisferio. El sobrante se regala a alguien ajeno al juego, contándole la historia ya consolidada.