Ponchos y Puchos

Tu Poncho te protegió varias balas, desde el Caos del 2020. Tus Puchos quemaron apenas más ojos que tripas humanas devoraste para sobrevivir.

¿Ese nuevo agujero en tu Poncho? ¿Por qué acabás de gastar 5 de tus últimos 20 Puchos?

Sin Puchos, perdés la cordura. Sin tu Poncho, el Caos te reclama (¿te acordás lo que le pasó al último compañero que reclamó?). Sin alimento o agua, consumes 2 Puchos al día. Sin ambas, 3 por día.

Arriesgando tu Poncho safás de una bala, ataque del Caos, frío terrible de la noche, u olvido de la esperanza. 1d6: si sale menos que tus Puchos restantes, no perdés tu Poncho.

Consumiendo Puchos quemás viscosidades visibles (mientras uses tu Poncho).

Yendo al Santuario, 1d6 por día (marcá lo que va saliendo):
1: Bestias… ¿mutantes?
2: Grito moribundo… ¿solitario?
3: Estación de servicio semisaqueada… ¿abandonada?
4: ¡AGUA!
5: Rugido de un motor (¿espejismo?).
6: El Santuario (y volvé a tirar para ver qué se interpone entre él y vos).

Si no hacés nada frente a una amenaza a tu integridad, marcá la opción “El Santuario” más adelante.

Si tenés que marcar algo marcado, tachalo (y en el futuro se lee como uno menos).