¡Los Dioses vuelven a estar entre nosotros! ¡Arrepentios pecadores!
Los jugadores interpretan a ciudadanos mundanos que se convierten de la noche a la mañana en los avatares de nuevos (y caprichosos) dioses. Deben respetar y hacer respetar los mandamientos de sus dioses pudiendo usar para ello un poderoso don divino.
Los mandamientos y el don de cada dios se generan asi:
-Se reparta a cada jugador un papel en el que escribe un mandamiento
-Se pasan al jugador de la derecha para que añada otro no contradictorio
-Se repite la operación hasta que haya tantos mandamientos como jugadores
-Se pasan al master los papeles para que otorge un don adecuado.
Los dioses se reparten entre los jugadores al azar.
El director de juego debe generar situaciones en que los mandamientos divinos de los jugadores se pongan a prueba.
Los dones funcionan siempre que:
-Su uso esté alineado con los mandamientos.
-El orden de los mandamientos determina su prioridad si entran en conflicto.
-Los dones son mas eficaces cuanto mejor se acorden a todos los mandamientos.
En caso de duda, el jugador debe argumentar como el uso de su poder está de acuerdo con los mandamientos divinos ante el master.