Debido a las propiedades del Oizram, un mineral gelatinoso, la humanidad quedó sumida en un mundo ahÃto de avances tecnológicos y realidad virtual, aunque decadente y deshumanizado (Digitales). Pero las reservas mineras se agotan y, las que quedan, están custodiadas por humanos, anclados en los años ochenta, reacios a dicha tecnologÃa (Analógicos).
Los jugadores encarnarán Analógicos, usarán papel, lápiz, dados y jerga ochentera. El máster controlará a Digitales, y utilizará ordenador y aplicaciones roleras.
Los jugadores repartirán 6 puntos entre los atributos: Fuerza, Destreza, SabidurÃa, Constitución, siendo, el triple de este último, los puntos de vida.
La interacción con la ficción dependerá de la puntuación de un atributo, más 1d6, contra una dificultad, a superar. Cuando un Analógico interactúe con objetos digitales, evitará su atracción fatal sacando un papelito, de una bolsa, con ceros y unos. Si saca un uno, perderá un punto de «analogicidad» (al sexto, se convertirá en Digital).
El combate se resolverá jugando a «los cromos» (su tamaño dependerá de la dificultad del adversario), teniendo tantas oportunidades de voltearlo (derrotarlo) como puntos de Fuerza. Si no lo consigue, perderá un punto de vida con cada nuevo intento, hasta que lo logre o muera.