Cuatro almas atrapadas en el purgatorio tratan de expiar los pecados que cometieron en vida.
Se precisan 28 cartas, del As al 7 por cada palo de la baraja, y 1D20.
Cada valor de naipe se corresponde de la siguiente manera con un pecado capital: As-Soberbia, 2-Avaricia, 3-Envidia, 4-Ira, 5-Gula, 6-Pereza, 7-Lujuria.
Antes de iniciar el juego, los jugadores tirarán 1D20 para determinar en qué siglo vivieron los personajes que interpretarán. Adicionalmente podrán realizarse otras tiradas que determinen género, clase social, oficio, etc. con el fin de otorgar más profundidad o dificultad a la interpretación de los personajes.
Se barajan las cartas y se reparten 7 a cada jugador. Un jugador al azar empezará el juego iniciando obligatoriamente una serie con un As y, por turnos, el resto de jugadores podrá continuar de forma ascendente y correlativa la serie, iniciar una nueva serie con un As o pasar el turno. Cada carta jugada deberá acompañarse por la narración del jugador, que deberá corresponderse con un evento de la vida terrenal de su personaje y deberá evocar inequÃvocamente el pecado correspondiente al valor del naipe.
El primer jugador en quedarse sin cartas habrá logrado expiar sus pecados y alcanzará el paraÃso.