Personalidad Múltiple

“Locura”, te dijeron; pero no lo crees. Se acabó el encierro: saldrás del hospital y descubrirás la verdad. Si únicamente pudieras centrar las voces de tu cabeza… Cada jugador interpreta una personalidad del mismo individuo. El director guía la historia e interpreta el entorno.
Cada jugador extrae, en secreto, una carta del mazo de emociones (Ira, Miedo, Compasión, Empatía, Ternura, Frustración, Libido, Hastío, Desprecio, Envidia), guardándola. Eligen, al azar, el jugador activo. Cada jugador tiene 6D6. El activo usa cuantos dados quiera, perdiéndolos, en cada tirada de riesgo contra el director, que tira siempre 1D6 (+1 o +2 al resultado, según dificultad). Puede revelar su carta para tirar +1D6 si es la emoción pertinente. Si está sin carta, -1 en cada tirada. Quien saca más, narra el resultado. Cuando el jugador está sin dados, el individuo está inconsciente o superado: se recompone pasando la personalidad dominante a otro jugador al azar. Descarta su emoción, baraja y roba otra, recuperando 1D6 – 2 dados. Un jugador recupera 1 dado por cada jugador que actúe antes de volver a él. El activo también puede descartar 1 dado o su emoción para nombrar otra: si alguien la tiene, pasa a ser el activo.