La decisión de la Casa Americana

Hay algo mal en el mundo…
pero no sabemos qué.

Leamos este texto en alto.
Todos somos maestros hechiceros de la Casa Americana.
Reunámonos. Presentémonos formalmente.

Turnémonos. En mi turno, marcaré una línea del texto:
podré tachar una palabra;
también podré añadir otra.
Si hago cambios, narraré qué magia usé para conseguirlo,
describiré cuál ha sido el coste,
reinterpretaré el texto; discutiremos qué habéis descubierto.
Si el cambio es positivo, añadiremos un dado blanco a la Reserva de dados.
Si no, añadiremos uno negro.

El mundo languidecía, pero llegó el Censor.
Entonces aprendimos las Leyes de la Magia.
Podemos
viajar a través del espacio-tiempo,
escudriñar las mentes de los vivos,
desatar energías devastadoras,
contactar con Poderes Remotos.

Ahora la Realidad se resquebraja,
los creyentes se esconden en templos,
una voz familiar aúlla,
la fortaleza de la Casa Romana está destruida,
una llama negra parpadea,
los gobernantes reúnen ejércitos sin alma,
el Ahau Zar-Nuhal ansía nuestro poder,
la Crisálida de la Casa Atlante sigue sellada,
todos son inmortales en las lunas.

Cuando hayáis marcado todas las líneas, releedlo todo y lanzad la Reserva de dados.
Si la suma de dados blancos es mayor, el mundo sobrevivirá. Si no, todo será destruido.