Tres monos sabios

En un templo perdido en las montañas viven tres monos sabios. A menudo, un campesino sube la ladera en busca de consejo. La sabiduría de los simios radica en su objetividad y en su capacidad de comprensión.

Cuatro jugadores. Uno de ellos, interpreta a un campesino que llega al templo con un problema. Los otros tres, interpretan a cada uno de los monos:

Mizaru: El mono que no ve, no puede abrir los ojos.
Iwazaru: El mono que no habla, no puede abrir la boca.
Kikazaru: El mono que no oye, debe taparse los oídos.

El campesino plantea su problema a viva voz.

Los tres jugadores deberán actuar como una única entidad, aprovechando los sentidos libres de los demás para comunicarse entre sí; entender el problema, analizarlo, debatirlo y solventarlo. No puede usarse el lenguaje escrito, únicamente el lenguaje oral y la mímica.

Los tres monos deben llegar a un consenso sobre la solución del problema. Una vez ocurra esto, cada mono dispondrá de una hoja y un lápiz. Y en cada hoja deberán escribir a la vez la solución acordada al problema.

Si los textos coinciden y el campesino está satisfecho, el juego habrá terminado.