Un mundo remoto.
Gris, desértico, frÃo.
Un puñado de tribus sobreviven en este mundo, totalmente aisladas unas de las otras.
Cada septenio estas tribus se reúnen e intentan conseguir ayuda de las demás.
Cada jugador encarna al Portavoz de una tribu.
PRIMERO, cada Portavoz describe a su gente: su aspecto, caracterÃsticas e historia.
SEGUNDO, el primer Portavoz debe pedir ayuda. Debido a la barrera idiomática solo pueden decir tres palabras: un verbo, un color y una emoción. Tras escucharlas, los demás Portavoces, por turnos, intentan adivinar (desarrollando un monólogo interior en voz alta) qué ha pasado con esa tribu y qué necesitan. Cuando terminen, si el Portavoz Peticionario considera que uno ha adivinado su necesidad, le señala. Decidid aleatoriamente qué tribu puede proporcionar esa ayuda. El Portavoz Adivino dictamina cómo puede ayudar y a qué coste.
Si nadie adivina su necesidad, el Peticionario abandona el cónclave: su gente está condenada.
Repite este proceso hasta que todos los Portavoces hayan pedido ayuda.
TERCERO, todo Portavoz cuya tribu sea capaz de prestar ayuda debe decidir si lo hacen o no, y por qué.
FINALMENTE, las tribus se marchan. Cada Portavoz narra el destino de su tribu.
Volverán a verse en siete años.